sábado

yo me auto

analizo
y por eso
tengo tantos demonios
porque están despiertos
y yo no

domingo

la obsesión con los ojos
la sacarán de mirar tanto a la luna.
Las estrellas son preludio de la noche
(.)

miércoles




tampoco quiero estar en ningún lado
templo templo templo templo templo templo
templo templo templo templo templo templo
templo templo templo templo templo templo
ni siquiera puedo refugiarme en la casita de los santos

lunes

Ahora veo como todas las sombras se alinean como peso muerto.
Me encanta cuando el sol proyecta puntitos de colores
sobre el agua y cuando eso se refleja en otra cosa como
una muñeca de trapo o una casa abandonada.


Me gusta porque la sombra es sólo sombra
y no necesita un nombre con el cual llamarla.
A veces nadie la quiere, pobrecita, 
entonces hace eso de parecer que se mueve
y todos se sienten un poco más felices.
Yo me doy cuenta  cuando hay que dejar espacios en blanco
no es que me olvide no es que no me olvide
es que no veo más allá de las horas.


Aunque quisiese, incluso  terminar con todo
(empezando por las frases a medio decir) no encontraría
una de las palabras que son indispensables para
poner los puntos finales (.) y llenar el libro de


encuentro interesante número dos: el que sirve el café
   el que bebe la leche
  el gato



había una vez un agujero tan grande que intentaron coser
con hilos como los que cosen los silencios y las remeras, así tensos
así de grande era//
que quisieron rellenar con chocolates con pasas
que se comían las hormigas horas antes de que saliera el sol//
  el agujero negro de la inconsciencia 
y la dominación de todos los cadáveres (de palabras)

seríamos los más afortunados

domingo

te juro que deliro, que una vez pensé que no sentía que no podía que no era nadie porque no tomaba sangre de animales de nenes de estrellas
aluciné con fantasmas con jabones que no quitan la suciedad. Como cuando 
te confundís las mayúsculas con las minúsculas
yo a veces me siento minúscula cuando miro el cielo
cuando es de noche cuando es de día y la luna igual se obstina en salir
en no esconderse
y yo le digo que está equivocada, que no tiene por qué
no se parece a mí. Yo soy más, bueno más algo
que nadie sabe porque yo no soy
ni sé
que nosotras somos a toda hora del día 

no importa cuántos muertos
haya
griten en nuestros oídos


nadie no vive
nadie no muere


yo me acuerdo de algo


Vos me hablás de fantasmas
de cosas furtivas
y yo de eso sé tanto


de la conciencia que fluye
y el polvo cuando se escurre
entre los dedos, entre las rodillas.


Yo sé de fantasmas,
de aparecidos. Te juro
no tenés que auxiliarme
si pudiera tocaría tus hombros
presionaría un poco


o trataría 
de al fin asirme a algo. 

sábado




Si pudiera decirte
pero no puedo


me fatigo de sólo pensar
que nunca podré
o que puedo
pero no quiero





refugiarme en las palabras de otro, en mis
sueños viejos.
Para ver la mentira que soy
alguna copia, un rejunte  inacabado de
piezas inconexas que no tienen que ver
nada entre sí


no sé 
cuánto más podré resistirme al infinito

Eso que dijo ayer, que en realidad no fue ayer, sino algún día que yo fusioné
con un me hacés falta
falta, falta
yo tenía dieciséis, dieciséis caramelos en los bolsillos
que vos no quisiste comerte
plaza lluvia mueren esperanzas
y Pandora se libra al fin
no más tormentos, chiquitito. 

Ahora hasta los sueños me abandonan
entre las sábanas. De nada sirve despertarme
por la mañana,
cuando ya no tengo nada para recordar.

miércoles



...tus ideas que son hilos que se 
tornan hilachas, se deshilachan
en mí, en mí que soy 
la que guarda las cosas que nos sirven
en mi cuarto
en mi armario
en mis recuerdos
recuerdos, re cuerdos
nunca fuimos, y por eso...

lunes

los bichos en el teclado me ponen desquiciada
Yo leo algunos textos, pero mi perra me resopla
Me, me, ella está haciendo esos ruidos
con la boca/trompa nariz/hocico
y me pregunto
quién es más perra de nosotras dos;
porque yo me porto mal y hago esos
sonidos/resoplidos y todos me odian
y ella es linda, tan linda
y se vuelve humana, casi que ya la veo
erguida en dos patas/pies 
abriendo la heladera para servirse un vaso de leche
y correr las sábanas para dormir en mi cama.


Ya sé,
yo ni siquiera me merezco sus trapitos en el comedor


yo voy a dormir bajo la lluvia
en algún galpón abandonado.

domingo


a little wee bit

Me ahogo (y puede ser que sea por el calor
y porque mi ventana está cerrada)
pero que el aire no esté en mis pulmones
nunca fue más metafórico.
Lo escuché a Vivaldi como en el aire. Al muy maldito
con su Invierno que por acá no está, y


yo me pienso tirar en un lago escarchado
y quedarme ahí
en silencio
viendo todo a través de un cristal
abrazándome las rodillas
como una nena


Digo, tal vez si el agua me inunda un poco
pueda dejar de pensar así.
Una pizca, chiquito
no más
un poco de paciencia, de
vergüenza
de tenazas que te encierren o estrujen
así no te puedas escapar.


Miráte, galletita
estás hecho un revoltijo de papeles
una suerte de nene que quiere helado
y recibe un plato de guisantes.


No sé jugar al ajedrez, y es como si en cierto modo no supiera cómo moverme en mis tableros,
porque nunca entiendo 
quién es la reina y quién es el peón
qué tiene el blanco que no tenga el negro
que no hay azul, ni rojos
ni reyes con caras felices,


ya no voy a mover otra vez un muñequito al azar.
Inventemos un lenguaje que sólo nosotros
comprendamos, para que después cuando
se acabe el mundo, las cucarachas 
(esos bichos que simulan ser estúpidos)
se lo apropien
y digan nuestras palabras
se despidan y
no se digan en realidad 
nada.

sábado

tengo que acordarme
de empezar a  hacer las cosas
cuando tienen que ser hechas.


no me engaño ni a mí
dubidubi





Estaba caminando entre círculos,
pociones y sonidos estridentes.

todos los muertos vivos
están por acá
y bailan
se suenan las narices.

Tratá de esconder que sos la
Alicia de un mundo sin
maravillas, y

por qué no paramos de
actuar y pretender
que compartimos otra cosa
que una sola noche

podría ser tan fácil
cómo es que desaparece el cereal
antes que la leche

que el sonido se extinguió
en otra época
otra raza

pero seguimos compartiendo
el idioma
con el que rasgás la guitarra
bajito


Voy a encender alguna de las partes de mi mente que todavía
están intactas. Que alumbran las ventanas, o tararean una canción
de cuna.
Por los siglos de los siglos. Amén. Miles de amenes que se 
atraviesan en las oraciones,

porque todos rezan, todos lloran
y yo de cruces no entiendo nada más (sólo las que multiplican 
o suman reglas y fantasmas)

Alguna parte de mi mente o
alma
espítitu
de mi cuerpo aún podría estar a tiempo
de inhalar los diccionarios
y refugiarse de los relámpagos que lo cubren todo.


jueves

Antes me sentaba y me imponía escribir,
me esmeraba en armar oraciones agradables al oído.

Ahora se me juntan las palabras,
me ahogo, 
escribo deseando que salga de mí todo lo malo, 
contaminado,
trato de vomitar los colores, los dolores
y nunca es suficiente.


por qué nunca puedo dejar de amontonar los adjetivos

definir es como poner límites
a los perros que no paran de comerse al gato.

a cuántos habrá amamantado una loba,
para que los ojos permanezcan
tan tenues aunque listos,
y hablen, griten, en susurros.
 O duelan que sangren golpes de antes
(de conocerte)

y que el sonido de las lágrimas
lo escucho desde la entrada a mi jardín.



miércoles

pensar en él todos los días, querer que me
olvidarlo, recordarlo a través de sus palabras, de sus dobles puntos
toque, que me mire pero que me mire en serio, que no crea que yo
de todo lo que alguna vez
pudiese ofenderme, que me convierta en su
soñé, pensé que era. Ya no sé qué es
muñeca de trapo que pueda doblar para todos lados, cortar
lo que quiero de él. De mí. De nadie
mover, arropar, tirar.


todas las cosas se caen
los estantes, las luces, los libros
la ilusión,
las palabras lindas
puede que yo también


Al final del día, antes de dormirme, lo único que quiero es entenderte,
y lo intento así como hago con Chomsky y Benveniste,
la diferencia es que con ellos lo logro.




Cuántas palabras que nunca dije
que nunca pensé. Tantos tipeos erróneos,
erratas de pensamientos cortados a la mitad
de verba dicendi que no deviene
en nada.
A mí me gustaría tener algo, 
y juro que lo niego como si fuera sacrilegio
todos están solos y buscan escapar de eso
del seso (que se comen, yo me lo como
lo mastico de tanto pensar 
qué es lo malo conmigo)
por qué tan
cuándo
cómo llego a (...)
las lagunas,
las decisiones no-decisiones
qué es lo que pasa por ahí que no trae tanta suerte





Odio todo lo que escribo, lo que reprimo,

me desvelo a la noche, pensando
arrancándome los pelos, todo lo que crece,
me como las uñas (y mirá que
hace años que no me como las uñas).
Odio todo lo que escribo
no sé por qué.
Reprimo, nombres
los remedios.
y ya no hay remedios,
lo que me hace bien me hace mal
lo que me hacía bien no existe más.




Soy una especie de híbrido 
entre lo que soy y lo que
quiero ser

y siempre dejo caer algo 
sobre los zapatos nuevos.